Asociación Internacional de Exorcistas
La Asociación Internacional de Exorcistas se une al profundo dolor de la Iglesia universal y del mundo entero por el fallecimiento del Sumo Pontífice.
El Papa Francisco regresó a la casa del Padre en la mañana del Lunes Santo, Octava de Pascua. El Evangelio de hoy describe el miedo y la alegría que sintieron las mujeres al encontrar el Sepulcro vacío. Entonces corrieron a anunciar a los discípulos este acontecimiento inesperado. La muerte había sido vencida, tal como les había dicho el Maestro. Poco después fue el propio Jesús quien, al salir a su encuentro, les dijo: «Alegraos». Sus corazones se llenaron de alegría y le abrazaron. Entonces el Señor les dijo que no temieran y que comunicaran esta noticia a sus hermanos.
Por tanto, la triste noticia que nos ha llegado esta mañana, en el corazón del Año Santo, debe ser acogida también en la perspectiva de la esperanza que nos viene de la luz del Resucitado, por la que debemos dejarnos envolver, haciéndole sitio como nos ha exhortado el Santo Padre en la homilía de la solemne Vigilia Pascual
La Asociación Internacional de Exorcistas hace suya la lección del Papa Francisco de vivir y testimoniar los valores del Evangelio, con fidelidad, valentía y amor hacia los más pobres, los marginados y, en particular, los afligidos por el Maligno.
Con gratitud a Dios por el don de estos doce años de pontificado, encomendamos el alma del Papa a su infinito Amor Misericordioso y a la maternal intercesión de María Santísima.