Señalamos una serie de dibujos animados muy peligrosa presente en las principales plataformas televisivas y en la web que promueve en un marco de obscenidad, con términos vulgares e inculcando errores teológicos muy graves, el tema de la apocatástasis. Es de gran peligro para el público más joven, induciendo a niños y jóvenes a una visión satánica de la realidad terrenal y celestial.
Hazbin Hotel, una serie de animación estadounidense de 2024, creada para Amazon Prime Video por la directora y productora estadounidense Vivienne Medrano, ha aparecido en Italia en plataformas de televisión.
La protagonista de la serie es Charlie ‘Morningstar’ Morningstar, una princesa del Infierno, hija de Lucifer y Lilith, cuya búsqueda consiste en encontrar la manera de rehabilitar (es decir, redimir) a los demonios y condenados para que puedan entrar en el Paraíso. Para lograr su objetivo, Charlie abre un hotel, el Hotel Hazbin en realidad, donde rehabilita a los relegados al Infierno. Los cuales son tan numerosos que, para limitar la superpoblación del reino de las tinieblas, justifican una masacre anual por parte de los ángeles “exterminadores” del Paraíso (también llamados exorcistas) dirigidos por el despiadado Adán. Charlie, por su parte, alberga la esperanza de redimir a todas las almas condenadas a las que se niega la oportunidad de salvarse, y en su difícil misión cuenta con la ayuda de su mánager y novia Vaggie (un ángel desterrado del cielo por apiadarse de un niño demonio) y del actor pornográfico Angel Dust (‘demonio araña’ andrógino).
La primera temporada culmina con un gran enfrentamiento entre ambos bandos: Adán es asesinado y los ángeles exorcistas son devueltos al Paraíso. Incluso Lucifer, siempre deprimido, contribuye a la victoria y, milagrosamente, uno de los demonios muertos durante los enfrentamientos asciende al Paraíso, demostrando que incluso los demonios pueden salvarse.
La serie “Hazbin Hotel”, formalmente prohibida a los menores, pero accesible a todos (tanto más cuanto que es de animación y, por tanto, seguro que atraerá a los más jóvenes) presenta un universo narrativo falso y desviado a nivel teológico, cultural y educativo. Se trata de una distorsión planificada de la narración bíblica que mistifica el mensaje cristiano de salvación y daña la conciencia del público, especialmente de niños y jóvenes.
La serie retrata a los demonios y a los condenados de forma humorística, ofreciendo una representación que induce a la normalización del mal, así como a la subestimación de su peligro real. La idea de que las almas condenadas, o incluso los demonios, puedan redimirse alojándose en un hotel contradice, de forma escandalosa y flagrante, la enseñanza católica sobre la confesión, el arrepentimiento y la verdadera conversión del corazón a Dios. La serie, por su representación del Infierno, por su visión despiadada de los demonios y de su destino (retratado como injusto), puede fomentar una concepción distorsionada del pecado y favorecer una normalización del ocultismo, aumentando el riesgo de que las personas, especialmente los jóvenes, se acerquen a prácticas mágicas, busquen interactuar con entidades malignas e incluso se adhieran a una visión satanista de la realidad.