del Padre Francesco Bamonte

Siervo del Inmaculado Corazón de María

y Vicepresidente de la Asociación Internacional de Exorcistas [1].

 

Este libro aborda en 360º el fenómeno de Halloween mediante la fórmula del diálogo-entrevista. Gracias a las preguntas que me formuló Alberto Castaldini, portavoz de nuestra Asociación, y a las muchas reflexiones que hemos compartido juntos, el libro, ágil pero rico en datos, pretende ser un subsidio para familias, educadores y sacerdotes. Por la información histórica y cultural y las indicaciones espirituales que ofrece, esperamos que se convierta en un instrumento útil tanto para la pastoral ordinaria como en el ámbito de la educación en general.

Junto con Alberto, estudioso de las ciencias humanas, como sacerdote exorcista, he destacado algunos datos que deberían hacer reflexionar a quienes siguen manteniendo que Halloween es una fiesta lúdica e inocente o una ocasión laica. En realidad, se trata de la representación de una celebración religiosa pagana: la fiesta de Samhain originaria del mundo celta, durante la cual -en las noches entre finales de octubre y principios de noviembre- además de numerosos ritos mágicos, se realizaban sacrificios de animales y, con toda probabilidad, incluso de seres humanos. En el curso del proceso de cristianización de las Islas Británicas, prevaleció la solemnidad del Día de Todos los Santos y la celebración comuntaria conservó sólo algunas de las antiguas costumbres, orientándose hacia una nueva perspectiva, desde una óptica salvífica. Como ocurrió en otras partes de Europa, incluida Italia. Fue la reinterpretación dada por la sociedad estadounidense la que convirtió Halloween en una fiesta consumista, cada vez más vaciada de su contenido de fe. De este modo, Halloween volvió a enraizarse en la magia, el horror y la muerte, a diferencia del cristianismo, que hunde sus raíces en el Dios que en Cristo, a pesar de las pruebas de la vida, da serenidad, esperanza, paz y alegría.

La fiesta de Halloween aparece hoy estrechamente vinculada a realidades oscuras y sombrías como la brujería y el satanismo. La neobrujería de nuestro tiempo, por ejemplo, que se ha organizado en un movimiento bajo el nombre de Wicca, entre sus principales festividades, celebra la fiesta de Samhain, que da inicio al nuevo año de la brujería, la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre.

Por otra parte, para los satanistas, la fiesta principal de sus inmundas celebraciones – el comienzo del año satánico – es Halloween… El fenómeno es, pues, muy inquietante y constituye un verdadero peligro porque, aunque quienes lo hacen no tengan intención de celebrar la brujería y el demonio, de hecho se ponen en comunión con esta corriente espiritual maléfica, con esta corriente oscura y nociva por la que, sin ser conscientes de ello, se ven envueltos como por un halo de oscuridad, volviéndose, en consecuencia, más vulnerables a las acciones ordinarias y extraordinarias del demonio, con todas las consecuencias nefastas que conllevan para sus vidas. Los exorcistas conocemos bien estas situaciones de sufrimiento.

Incluso el tiempo de preparación de Halloween se convierte en un momento privilegiado para que niños y jóvenes entren en contacto con sectas y grupos del mundo del ocultismo, a menudo disfrazados de asociaciones culturales. Algunos sitios web infantiles, donde se describen personajes y escenarios de terror, tienen incluso enlaces (link) que llevan directamente a sitios de satanismo y magia negra. Por no hablar de las muchas, demasiadas, iniciativas propuestas en el extranjero y también en las ciudades italianas. Me pregunto -es la crónica de estos años- cómo administraciones que representan a toda la ciudadanía, y no sólo a una parte de ella, pueden favorecer o autorizar: festivales de música (en Ferrara), fiestas de Halloween en iglesias desacralizadas (en Novara), visitas guiadas a escenarios de crímenes (en Bérgamo), sesiones de espiritismo en el teatro (en Foggia), fiestas de las brujas (en Corinaldo, Ancona). Son sólo algunos ejemplos…

Halloween también está lleno de simbolismo relacionado con el mundo del terror, la muerte, lo oculto y lo demoníaco. Son incontables los crímenes cometidos en relación con esta fiesta, la proliferación de actos de blasfemia y sacrilegio contra la fe y los símbolos cristianos, tragedias como la ocurrida en Seúl (Corea del Sur) en 2022, cuando 158 personas murieron mientras celebraban Halloween. Por no hablar de muchas historias de crímenes que también han ocurrido en nuestro país (Italia): pensemos en un notorio crimen ocurrido hace años en Perugia.

¿Cómo se puede invertir este fenómeno tan triste? Es necesario fomentar todo lo que sea alternativo a Halloween, poniendo en valor el verdadero significado de la fiesta de Todos los Santos, como hacen muchos sacerdotes. Se puede involucrar a adultos y a niños en la confección de los disfraces de los Santos, que se llevarán a la iglesia la noche del 31 de octubre.

Además, bendecir los vestidos de los Santos el domingo anterior al 31 de octubre; organizar representaciones de la vida de los Santos en los salones y centros parroquiales, procesiones de los Santos en las que participen niños y, en la medida de lo posible, jóvenes y animadores; proponer a los niños una Fiesta de los Santos luminosa: juegos, regalos, merienda, procesión de antorchas y una oración por la paz; vigilias de oración con turnos de adoración al Santísimo Sacramento.

Conviene explicar a los niños y a los adultos -los domingos anteriores al 31 de octubre y, en particular, durante la homilía de la misa del 31 de octubre por la tarde y del 1 de noviembre- la comunión que nos une a todos los Santos y a nuestros difuntos, ayudándoles a distinguir lo que es inofensivo de lo que no lo es; y, sobre todo, recordándoles lo importante que es para nosotros, católicos, celebrar a nuestros hermanos santos, cuya intercesión puede obtenernos tantas gracias, y conmemorar a nuestros queridos difuntos, que esperan nuestras oraciones y con los que esperamos estar unidos un día por la eternidad.

 

[1] El texto reproduce parcialmente la ityrvención que el padre Francesco Bamonte pronunció en el Congreso nacional de la Asociación Internacional de Exorcistas, celebrada en la Casa de congresos Fraterna Domus en Sacrofano – Roma, del 16 al 20 de septiembre de 2024.

 


IL FASCINO OSCURO DI HALLOWEEN Domande e risposte (Paoline, Milano 2024, 128 pp.)